El próximo sábado 3 de mayo será un día muy
especial para nosotros, los alumnos de 4º de Grado en Trabajo Social
de la Universidad de Valladolid. Tal día a éstas horas estaremos
graduados (aun faltando unos meses para concluir nuestros estudios);
sin embargo lo importante no es la graduación, ni el cierre de etapa
que conlleva, desde mi punto de vista hay dos situaciones que son
especialmente relevantes.
En primer lugar el día es
importante en la medida en que supone el comienzo de una nueva etapa,
y los nuevos comienzos son siempre acojonantes (miedos, situaciones
desconocidas, etc) a la par que maravillosos (nuevos aprendizajes,
puesta en marcha de conocimientos,etc). A partir del sábado, y
sobretodo de julio/septiembre, comienza la auténtica carrera;
nuestra carrera no ha sido una titulación universitaria, sino que la
susodicha empieza ahora...En poco tiempo cada uno de nosotros tomará
un camino diferente en su vida, nos dispersaremos, y ello significa
que habrá decenas de profesionales buenos y motivados desperdigados
por, pongamos un límite geográfico, Castilla y León; profesionales
que tienen la oportunidad, sea desde una posición laboral o desde
una posición social, de visibilizar y exteriorizar los conocimientos
adquiridos pero, sobretodo, la situación real que conlleva el actual
contexto socioeconómico, caracterizado por una situación de
quiebre, decadencia y desprotección. ¡Chicos! Tenemos la “suerte”
de formar parte de una promoción que no solo se ha formado en virtud
de contenidos teóricos, sino que lo ha hecho al hilo de unas crisis
mundial y, por lo tanto, ha podido conocer a través de experiencias
cercanas, reales, comprobables y verificables, las injustas y
terribles situaciones que están atravesando los ciudadanos
españoles. Y nuestra carrera es esa, hacernos con todas esas
situaciones, con todas las injusticias, y hacerlas visibles al resto
de la sociedad, ser la voz de quienes se han quedado afónicos y/o
de quienes han sido enmudecidos; con el objetivo de demostrar a todas
las PERSONAS que no están solas, que muchos a su alrededor comparten
su sufrimiento y esfuerzo; es decir, con el objetivo de crear una
conciencia social, a través de la cual se reivindique y se den
pasitos de hormiguita hacía una situación mejor, hacia la, tan
deseable, utopía de un mundo justo e igualitario. Somos la primera
promoción de grado, y la primera graduada dentro de está situación
tan vergonzosa... demostremos que somos diferentes, que nuestro
centro es el cambio y la persona; demostremos que no solo nos
preocupa trabajar de “lo nuestro”. Ese es nuestro objetivo, esa
es nuestra carrera.
En segundo lugar el día
es importante pues será la última vez (exceptuando exámenes) que
vamos a estar TODOS juntos. Hemos sido una clase un tanto extraña y
diversa, fragmentada, con nuestros más y nuestros menos, en
ocasiones más menos que mas; sin embargo nunca es tarde para
empezar, seguir y/o terminar de conocer a las personas; así que
aprovechemos la tarde-noche que nos aguarda, formemos piña,
acabemos como empezamos, todos juntos, con la ilusión de un nuevo
comienzo; desnudémonos de prejuicios, decepciones e ideas
preconcebidas, y vistámonos de un reconocimiento hacia todos y cada
uno de nosotros, pues aun con nuestras diferencias individuales
tenemos en común algo grande: tenemos vocación por lo que hacemos,
nos motiva y apasiona imaginar un mundo mejor, a personas que lleven
a cabo sus proyectos de vida por si mismas, a comunidades unidas; en
definitiva tenemos en común esa sensibilidad extra, que solo entre
nosotros mismos podemos entender.
Y no olvidemos jamás las
palabras clave de nuestra titulación; entre ellas: superación,
excelencia y reconocimiento. Superación de la falta de
reconocimiento por parte de la sociedad, superación de las mofas
sobre la facilidad de nuestro plan de estudios y nuestro trabajo,
superación de la falta de empleo en áreas tan importantes para una
sociedad del bienestar, superación de nosotros mismos, en cuanto a
dificultades y prejuicios, para fortalecer la cooperación entre
profesionales; todo ello dará lugar a una excelencia profesional,
que supondrá que los usuarios de nuestros servicios, de los pilares
del Estado de Bienestar, sean educados y atendidos en pro de unos
valores sociales, y siempre con el objetivo de que alcancen su
bienestar y no puedan ser denigrados por otros sectores de la
sociedad; si con seguimos todo ello, si logramos superarnos como
personas y profesionales para alcanzar la excelencia, estaremos
logrando poco a poco el reconocimiento social y laboral que nos
merecemos.
Este no es el final de
nuestro camino, sino el comienzo, el epílogo de una intensa novela
que deja adivinar el éxito de su segunda parte.
No
te rindas, aún estás a tiempo
De
alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar
tus sombras,
Enterrar
tus miedos,
Liberar
el lastre,
Retomar
el vuelo.
No
te rindas que la vida es eso,
Continuar
el viaje,
Perseguir
tus sueños,
Destrabar
el tiempo,
Correr
los escombros,
Y
destapar el cielo.
No
te rindas, por favor no cedas,
Aunque
el frío queme,
Aunque
el miedo muerda,
Aunque
el sol se esconda,
Y
se calle el viento,
Aún
hay fuego en tu alma
Aún
hay vida en tus sueños.
Porque
la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque
lo has querido y porque te quiero
Porque
existe el vino y el amor, es cierto.
Porque
no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir
las puertas,
Quitar
los cerrojos,
Abandonar
las murallas que te protegieron,
Vivir
la vida y aceptar el reto,
Recuperar
la risa,
Ensayar
un canto,
Bajar
la guardia y extender las manos
Desplegar
las alas
E
intentar de nuevo,
Celebrar
la vida y retomar los cielos.
No
te rindas, por favor no cedas,
Aunque
el frío queme,
Aunque
el miedo muerda,
Aunque
el sol se ponga y se calle el viento,
Aún
hay fuego en tu alma,
Aún
hay vida en tus sueños
Porque
cada día es un comienzo nuevo,
Porque
esta es la hora y el mejor momento.
Porque
no estás solo, porque yo te quiero.
Mario
Benedetti
No
te rindas
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